
El ácido glicólico es un ácido orgánico extraído de la caña de azúcar, que se ha convertido en uno de los activos cosméticos más de moda por dejar la piel radiante y luminosa.
Pertenece a la familia de los alfa hidroxiácidos (AHA), un grupo de ácidos que se caracterizan por su acción exfoliante y renovadora de la piel. Es el más popular de todos, el más efectivo, pero también el menos tolerado.
Actúa rompiendo el “pegamento” que une las células muertas de la piel. Al disolver esos enlaces, las células muertas se eliminan más rápido.
¿Cuáles son sus beneficios?
- Estimular la producción de colágeno y ácido hialurónico.
- Inhibir las enzimas colagenasas, que son las que rompen y destruyen el colágeno.
- Aumenta la retención de agua en la piel, por lo que sirve para hidratar.
- Elimina las manchas y deja el tono uniforme.
- Reduce arrugas y líneas de expresión.
- Mejora las pieles grasas y con acné ya que ayuda a eliminar el exceso de sebo y reducir las marcas de acné.
¿Cómo escoger el ácido glicólico idóneo para tu piel?
El ácido glicólico se formula por debajo del 3,5 de pH y el tamaño de su molécula es el más pequeño de todos los AHA, por lo que penetra rápidamente en la piel, generando una descamación rápida lo que provoca irritación en ciertos tipos de piel. Si se formula junto con alcohol, este vehiculiza a través de la piel todavía más rápido y aún puede irritarla más.
Su función puede ser exfoliante o hidratante en función del pH al que se formule:

Si optas por el ácido glicólico es importante que escojas la concentración que se adapte a tu necesidad y mires el pH al que está formulado. Recuerda que a pH más alto (básico) su función tiende a ser hidratante, mientras que a los más bajos (ácidos) su función es renovadora y exfoliante. Por lo que es algo que deberás tener muy en cuenta a la hora de escoger tu producto cosmético.
Cuando el ácido glicólico va formulado junto con otros activos, su concentración disminuye, deberás tenerlo en cuenta al escoger productos cosméticos cuya composición combine varios activos. La concentración máxima permitida de venta en farmacias es del 10%, concentraciones superiores solo deben emplearse en cabinas de centros médicos dermatológicos o médico estéticos.
En función de cual sea tu objetivo o necesidad, podrás seleccionar cosméticos que estén formulados únicamente con ácido glicólico o bien, combinado con otros ácidos o activos. Valora ambas opciones y escoge la más adecuada para ti.
Si tu piel es seca será suficiente el ácido glicólico al 8%, si tu piel es mixta-grasa entonces un 10%.
¿Cómo y cuándo usar ácido glicólico?
El ácido glicólico lo toleran la mayoría de pieles excepto las más delicadas como son las pieles sensibles, reactivas, intolerantes o con problemas dermatológicos como rosácea o dermatitis atópica.
Recomiendo empezar de forma progresiva por concentraciones más bajas y en días alternos e ir aumentando su concentración y frecuencia en función de la tolerancia de la piel.
Empieza a usarlo de noche, con el rostro limpio y seco, evitando el contorno de los ojos y los labios. Una vez tu piel ya este acostumbrada, puedes usarlo mañana y noche. Este ácido no es fotosensible ni fotosensibilizante pero afina mucho la piel, por lo que la deja más desprotegida, así que deberás usar un fotoprotector elevado (SPF 50) durante el día.
Evita empezar a usarlo en época de mucho calor o de elevada exposición al sol. Si vives en un lugar con elevada radiación solar, te aconsejo no usarlo por la mañana.
Lo normal al usar un ácido glicólico es notar un ligero picor que sube y baja su intensidad. Si al aplicarlo el picor se mantiene, no es normal. En este caso, debes retirarlo y aplicar un calmante o hidratante sobre la piel.
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