El ciclo menstrual es el proceso que prepara al útero de la mujer para el embarazo. Es una oportunidad reproductiva que ofrece la naturaleza todos los meses.
Este ritmo cíclico acaba y empieza cada vez que las mujeres tienen la menstruación. La duración de los ciclos menstruales puede variar de forma fisiológica y se considera normal si oscila entre 25 y 35 días, 28 días sería la cifra ideal con un sangrado que dure entre 3 y 5 días.
Durante la adolescencia o los primeros años de menstruación es frecuente que se produzcan sangrados de más de 5 días o periodos ausentes de menstruación (amenorrea), hasta que se regule el ciclo. Se deberá acudir a un médico si los periodos ausentes son de 2 o más ciclos o si el sangrado dura más de una semana.
Por tanto, el ciclo menstrual comienza el primer día de sangrado, el primer día de regla. A partir de aquí se producen 3 fases: fase folicular, fase ovulatoria y fase lútea
Para llevar a cabo estas 3 fases, nuestro cuerpo utiliza 4 hormonas:
- Hormona estimulante del folículo (FSH): provoca la producción de un óvulo maduro.
- Hormona luteinizante (LH): hace que el óvulo maduro salga del ovario y, por tanto, tenga posibilidad de fecundación. Elevados niveles de esta hormona indican que estamos en fase ovulatoria.
- Estrógenos: altos niveles indican que el óvulo está maduro.
- Progesterona: prepara al útero para albergar al bebé.
La producción o inhibición de estas 4 hormonas afectan a nivel de útero, vagina y estado de ánimo, siendo el hipotálamo (en el cerebro) el centro de control.
Los test de ovulación de venta en farmacias, miden la cantidad de LH. El pico de LH se alcanza en la fase ovulatoria. De este modo podemos saber si estamos cercanos a la ovulación y tener más posibilidades de embarazo.
FASE FOLICULAR
Primeros 14 días
Se trata de la fase preovulatoria. Empieza el primer día de sangrado menstrual y acaba con el inicio de la ovulación.
Durante esta fase se produce:
- Menstruación (día 1-5)
- Maduración del óvulo
- Aumentan progresivamente los niveles de estrógenos.
Esto lo notamos en que tenemos el vientre más plano. Durante la menstruación eliminamos el endometrio engrosado que se ha formado para albergar al bebé. Al terminar el sangrado, el útero se mantiene delgado hasta la ovulación.
A medida que la fase folicular va avanzando, los niveles de estrógenos van aumentando y nos sentimos con mayor resistencia en el deporte, es el momento de mayor energía del ciclo, mayor capacidad de concentración y con el sistema inmune más fuerte. El estado de ánimo es más positivo y tenemos más fuerza de voluntad para afrontar retos y propósitos como dejar de fumar o perder peso.
Llegamos al final de la fase folicular cuando se alcanzan los máximos niveles de estrógenos. Las mujeres podemos reconocer estos elevados niveles al observar un incremento en el flujo vaginal y un descenso en la temperatura corporal.
FASE DE OVULACIÓN
Día 14
En los ciclos de 28 días, la ovulación se produce 14 días después del primer día de sangrado. La ovulación se produce siempre en la mitad del ciclo, así que, si tu ciclo es más corto o más largo, ovularás siempre a la mitad.
Esta fase dura de 36 a 48 horas. Son los días más fértiles del ciclo y, por tanto, con mayores probabilidades de que la mujer se quede embarazada.
Durante esta fase se produce:
- Maduración completa del óvulo: justo antes de la ovulación se alcanza el pico máximo de estrógenos que es la señal que el cerebro necesita para saber que el óvulo ya está maduro y debe ser expulsado.
- El óvulo es expulsado del ovario: cuando el óvulo ya está maduro, la hipófisis (glándula endocrina) segrega LH y alcanza niveles muy altos que provocan la ovulación. Es en este momento cuando el óvulo maduro atraviesa el ovario y se desplaza a través de la trompa de Falopio.
- Posible fecundación del óvulo: el lugar donde se produce la fecundación es en la trompa de Falopio. Si el óvulo llega al útero sin ser fecundado, este será eliminado en la siguiente menstruación.
Algunas mujeres pueden notar que están ovulando porque experimentan molestias o una ligera sensación de escozor, esto se debe a que cuando el óvulo es expulsado del ovario, a veces, se desprende parte del líquido o incluso sangre del folículo que lo contenía. Por lo que es normal tener pequeños sangrados en esta fase.
También es posible notarlo al sentir dolor en la zona de los ovarios debido a un exceso de prostanglandinas proinflamatorias.
Por otro lado, la ovulación puede aumentar la temperatura corporal basal (al despertarnos) 0,3 -0,5ºC.
El flujo vaginal se vuelve más fluido, elástico y transparente, se parece a la clara del huevo.
Los espermatozoides sobreviven de 3 a 5 días en el útero, así que es posible quedarse embarazada si la relación se dio durante los últimos días de la fase folicular, es decir, antes de ovular.
FASE LÚTEA
Últimos 14 días.
Esta fase comienza cuando acaba la ovulación y termina el día anterior a la menstruación, en el caso de no fecundación.
Si el óvulo es fecundado, tardará unos 5 días en llegar hasta el útero e implantarse. Los niveles de estrógenos y de progesterona suben en picado y preparan al cuerpo para la gestación.
Si el óvulo no es fecundado, se produce:
- Involución del óvulo: el óvulo camina por la trompa de Falopio hacia el útero. En este camino va involucionando para ser finalmente destruido por macrófagos (glóbulos blancos) al no darse la fecundación.
- Decrecen los niveles de estrógenos
- Crecen los niveles de progesterona: es la hormona de la “tranquilidad”, es la que se encarga de que el endometrio esté preparado para sostener la placenta y no se produzcan abortos.
- Al final de la fase, justo antes de la menstruación, los estrógenos y la progesterona caen en picado.
Estos niveles elevados de progesterona durante la fase lútea provocan ciertas necesidades. Nuestro cuerpo está más preparado para momentos de tranquilidad porque se prepara para un embarazo. Nos sentimos más cansadas y con menos energía.
Es durante esta fase que se producen los síntomas premenstruales y/o el síndrome premenstrual (SPM).
La progesterona enlentece el tránsito intestinal, es habitual el estreñimiento antes de la menstruación. El sistema inmunológico se debilita. Por otro lado, la bajada de estrógenos genera mayor sequedad vaginal.
Al final de la fase lútea, el día 28, es el peor día emocionalmente del ciclo menstrual. Los niveles de todas las hormonas implicadas en el ciclo están en su momento más bajo.
Una fase lútea demasiado corta, se considera de 8 o menos días, será insuficiente. En estos casos habrá déficit de progesterona, lo que podrá ocasionar problemas de fertilidad, habrá una tendencia a ser friolera, nerviosa, propensa a sufrir angustia o tener dolores de cabeza y migrañas. Estas mujeres con una fase lútea insuficiente tienen ciclos inferiores a 22 días.
Estas fases se producen en ciclos naturales. Mujeres que tomen anticonceptivos, están aportando estrógenos y progesterona de manera externa, por lo que los niveles serán estables durante todo el ciclo.
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