Insulina controlada = Salud hormonal
La insulina es una hormona que producen las células beta del páncreas en respuesta a un aumento de glucosa en sangre. Es decir, la insulina hace que la glucosa en sangre sea absorbida por las células y así, nuestro cuerpo pueda usarlo como combustible.
El problema es cuando nuestra sangre tiene elevados niveles de glucosa de un modo constante o de forma brusca. Esto es muy peligroso ya que niveles elevados de glucosa pueden generan resistencia a la insulina, es decir, que el páncreas este segregando insulina constantemente ya que las células no responden bien. A la larga, es peligroso y provoca enfermedades como la diabetes.
Además, no usa la grasa acumulada como combustible y promueve su fabricación. Por otro lado, nuestras arterias se ven dañadas ya que afecta a la regulación de su contracción y dilatación.
No hay salud hormonal si no hay balance en los niveles de glucosa en sangre.
Los niveles elevados de glucosa provocan niveles elevados de insulina, y la insulina aumenta la actividad de la aromatasa. En consecuencia, aumentan los niveles de estrógenos, leptina y la actividad de los receptores estrogénicos (ER-alfa).
Dicho de otro modo, un descontrol de los niveles de insulina genera graves consecuencias en la salud hormonal femenina (SPM, SOP, endometriosis, etc.)
Por otra parte, induce a tener altos los triglicéridos, a retener líquidos y a la hipertensión, además de acumular más grasa.
Síntomas de tener resistencia a la insulina:
- Todo lo que comes no te sienta bien, pero sientes gran ansiedad por la comida.
- Poca energía después de comer hidratos de carbono y azúcares. Al cabo de un rato, vuelves a tener hambre y te apetece mucho dulce.
- No tienes ánimos ni ganas de moverte.
- Más grasa abdominal.
- Pigmentación más oscura en la piel de la axila, los nudillos de las manos, del cuello, de la aréola del pecho, la zona interna del muslo, las ingles y el perineo.
- Verrugas en la zona del cuello, las axilas y las ingles.
- Círculo azulado alrededor del iris (halo senil)
- Puntos rubí (pecas rojas). Su aparición indica niveles altos de insulina y si se oscurecen debe ser analizado por un dermatólogo.
- Granitos en la zona del tríceps y talones secos y agrietados (y no de las chanclas del verano).
- Acné
- Cabello débil, sobre todo en la coronilla, y grasiento en la raíz.
- Ansiedad de comer a menudo y entre horas, especialmente los dulces.
- Ronquidos incluso apnea del sueño.
- Colesterol y triglicéridos altos, hígado graso y ácido úrico.
- Miomas y pólipos endometriales
Consejos para mejorar la salud hormonal:
- Sigue una dieta pobre en alimentos con un índice glucémico alto y en poca cantidad. Aunque comas alimentos con IG bajo, si los comes en mucha cantidad también provoca la subida de glucosa en sangre.
- Toma nutrientes con vitamina B6 (Inositol) ya que mejora la resistencia a la insulina. Calabaza, calabacín, legumbres, cereales integrales, etc. los contine.
- Toma semillas de lino.
- Toma cada día una cucharada sopera de vinagre de manzana mezclado con agua. La pectina y el ácido acético que contienen evita la subida de la glucosa.
- Come grasas sanas. Los ácidos grasos reducen la inflamación y fabrican ATP (energía). Aguacate, huevos, pescado azul, coco, carne de animales que hayan pastado, mantequilla ghee, chocolate con un mínimo del 80% de cacao, aceite de oliva virgen extra o aceite de girasol, aceitunas, frutos secos y semillas.
- Toma prebióticos. Los alimentos prebióticos resisten a la acidez del estómago y a las enzimas digestivas, por lo que ni se digieren ni se absorben, llegan al colon intactos. Allí hacen de alimento para las bacterias residentes y fermenta convirtiéndose en gases “buenos”.
Algunos suplementos que mejoran la sensibilidad a la insulina son: inositol, berberina, canela, gymnema silvetre, quercetina, resveratrol, zinc, cromo, magnesio, Q10, ácido alfa-lipoico, melón amargo y el polifenol del té verde y la cafeína.
La FarmacÉutica y nutricionista Laura Salud nos lo cuenta
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