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¿Cómo saber si tengo sensibilidad o intolerancia al gluten?

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Cada vez es más frecuente entre la población la preocupación por el gluten, la mayoría achacan sus problemas digestivos a la auto diagnosticada intolerancia al gluten. Aunque la mayoría sienten alivio al dejar de tomar gluten, muchos no son intolerantes al gluten, pero quizás si sean sensibles al gluten.

Los cereales que contienen gluten tienen componentes inflamatorios. El gluten es un conjunto de proteínas que encontramos en algunos cereales y que aportan elasticidad y viscosidad a la masa del pan. Está formado por una proteína llamada glutenina y otras prolaminas o proteínas ricas en prolina y glutamina.

La enfermedad celíaca o intolerancia al gluten refleja un trastorno basado en una predisposición genética (HLA-DQ2 y DQ8 positivo) y una activación del sistema inmunitario.

¿Alguna vez te has preguntado por qué cada vez hay más gente con enfermedades autoinmunes o con inflamaciones crónicas?

Pues se debe a que el trigo, concretamente, tiene 4 proteínas peligrosas:

  • Albúmina:  proteína que desencadena inflamaciones intestinales y alergias.
  • Globulina:  proteína implicada en el desarrollo de la diabetes tipo 1 y las alergias.
  • Gliadina y Glutenina:  son las únicas proteínas del trigo que tienen gluten y están consideradas las desencadenantes de la celiaquía.

Cada vez hay más personas sensibles a los cereales con gluten sin ser alérgicas o intolerantes. Esta realidad ha llevado a los científicos a reconocer una nueva patología: el síndrome de la sensibilidad al gluten no celíaca (conocido como NCGS).

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¿Cuáles son los componentes peligrosos del gluten?

  • La gliadina: este componente del gluten provoca disbiosis intestinal, es decir, desequilibrio en las bacterias intestinales. Lo que se traduce en una mayor permeabilidad intestinal y una reducción de las células de los intestinos (epitelio). Estas células son necesarias para fabricar la mucosa que es la primera línea de defensa en el intestino. Si esta mucosa no está bien, hay mayor riesgo de sufrir infecciones por parásitos u hongos de repetición, gastritis o inflamaciones intestinales. En resumen, el gluten puede ser la causa de problemas digestivos, inflamaciones crónicas y enfermedades autoinmunes.
  • Los fructanos: son unos hidratos de carbono que fermentan en el colon y producen gases, heces pastosas o diarreicas, hinchazón o espasmos abdominales. Se encuentran en el trigo y el centeno.
  • Los filatos: es un antinutriente. Se enlaza con los minerales (hierro, zinc, calcio, magnesio) de los alimentos ingeridos, provocando una menor absorción y, por tanto, una carencia nutricional. Principalmente se encuentran en cereales integrales (salvado) y, sobre todo, el trigo.
  • Las lectinas: reducen la producción de la capa mucosa intestinal, por lo que aumenta la permeabilidad intestinal y cambia la estructura de las vellosidades Se encuentra en el germen de trigo y en todos los cereales integrales no refinados.
  • Los inhibidores de la amilasa tripsina: es una proteína que nuestro intestino no puede digerir y activa un proceso inflamatorio en el intestino y en todo el cuerpo. Actúa reduciendo la primera línea de defensa del intestino, permitiendo que pasen más tóxicos, bacterias o alimentos parcialmente digeridos desde el intestino hacia la circulación sanguínea. También altera el equilibrio de nuestra microbiota y hace ganar peso. Por tanto, si dejas de comer gluten, adelgazarás. Está presente en todos los alimentos con gluten.

Si comes cereales con gluten habitualmente, propiciarás que tu organismo esté expuesto a sufrir más infecciones virales, alergias y enfermedades autoinmunes contra las que, con toda probabilidad, tu cuerpo habría sabido luchar sin problema de no ser por el efecto inflamatorio de estos componentes.

Una persona que consume gluten de forma regular no se recuperará con la misma facilidad de un esguince, una alergia o una gripe, porque fabricará menos linfocitos que la mantienen en equilibrio.

La buena noticia es que todo se reduce a cero si no ingieres gluten o sigues una dieta libre de gluten en un 90%, en el caso de que no seas ni alérgico ni celíaco.

¿Cómo saber si te sienta bien el gluten?

El cuerpo avisa de que ingieres demasiado gluten, de que no te sienta bien o de que está inflamado, si observas que tienes al menos uno de los siguientes síntomas intestinales:

  • Gases o hinchazón que no puedes sacar
  • Dolor abdominal o epigástrico (entre el ombligo y el esternón)
  • Náuseas
  • Pedos en exceso

  • Reflujo
  • Aftas en la mucosa de la boca
  • Heces pastosas
  • Diarrea
  • Estreñimiento

Aunque a veces, los síntomas pueden ser extra intestinales:

  • Malestar general
  • Cansancio o fatiga crónica
  • Dolor de cabeza
  • Ansiedad
  • Dificultad para poder concentrarse y pensar con claridad
  • Rigidez o falta de flexibilidad (sobre todo en manos y pies)
  • Dolores articulares y musculares
  • Rash cutáneo

  • Pérdida de peso
  • Anemia
  • Dermatitis
  • Rinitis
  • Asma
  • Depresión
  • Hiperactividad
  • Falta de atención
  • Ataxia (falta de coordinación del movimiento)

La única forma de saber si un no celíaco tiene sensibilidad al gluten es abstenerse de comer cereales con gluten durante un mínimo de 6 semanas o, preferiblemente, 3 meses.

Si quieres saber si eres sensible al gluten, revisa los síntomas y comprueba si desaparecen en menos de 3 meses al seguir una dieta sin gluten.

Si eres de los que no hace deporte, duermen poco y llevan una dieta deficiente, debes saber que estarás muy poco protegido cuando comas cereales con gluten, y tu futuro será incierto. Todo dependerá del equilibrio global de tu cuerpo. Los cereales con gluten son un factor pro inflamatorio que aceleran la producción de estrógenos, por eso recomiendo llevar una dieta sin gluten.

Cereales con gluten: trigo, cuscús, bulgur, avena, cebada, espelta, kamut, centeno, bebidas con malta o fermentadas con cereales como la cerveza.

Cereales sin gluten: trigo sarraceno, quínoa, arroz, maíz, tapioca, amaranto, mijo, sorgo y teff. La avena puede no contener gluten si el fabricante nos lo garantiza con la etiqueta “gluten free”.

De todos ellos te recomiendo, especialmente, el trigo sarraceno y la quínoa porque son los que contienen mejores propiedades y un índice glucémico bajo. Cuando hagas excepciones con algún cereal con gluten, hazlo con el de centeno ya que es muy rico en betaglucanos y fibra soluble que ayuda al sistema inmunitario.

 

La FarmacÉutica y nutricionista Laura Salud nos lo cuenta

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